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Mientras enseñaba en el templo, Jesús les propuso:—¿Cómo es que los maestros de la ley dicen que el Cristo es hijo de David?
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David mismo, hablando por el Espíritu Santo, declaró:»“Dijo el Señor a mi Señor:‘Siéntate a mi derecha,hasta que ponga a tus enemigosdebajo de tus pies’”.
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Si David mismo lo llama “Señor”, ¿cómo puede ser su hijo?La muchedumbre lo escuchaba con agrado.
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Como parte de su enseñanza Jesús decía:—Tengan cuidado de los maestros de la ley. Les gusta pasearse con ropas ostentosas y que los saluden en las plazas,
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ocupar los primeros asientos en las sinagogas y los lugares de honor en los banquetes.
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Se apoderan de los bienes de las viudas y a la vez hacen largas plegarias para impresionar a los demás. Estos recibirán peor castigo.