21
Nuestra carne va perdiéndose en la nada,hasta se nos pueden contar los huesos.
22
Nuestra vida va acercándose al sepulcro,se acerca a los heraldos de la muerte.
23
»Mas si un ángel, uno entre mil,aboga por el hombre y sale en su favor,y da constancia de su rectitud;
24
si le tiene compasión y le ruega a Dios:“Sálvalo de caer en la tumba,que ya tengo su rescate”,
25
entonces el hombre rejuvenece;¡vuelve a ser como cuando era niño!
26
Orará a Dios, y él recibirá su favor;verá su rostro y gritará de alegría,y Dios lo hará volver a su estado de inocencia.
27
El hombre reconocerá públicamente:“He pecado, he pervertido la justicia,pero no recibí mi merecido.
28
Dios me libró de caer en la tumba;¡estoy vivo y disfruto de la luz!”
29
»Todo esto Dios lo haceuna, dos y hasta tres veces,
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para salvarnos de la muerte,para que la luz de la vida nos alumbre.
31
»Préstame atención, Job, escúchame;guarda silencio, que quiero hablar.