1
Todos los israelitas se reunieron con David en Hebrón y le dijeron: «Su Majestad y nosotros somos de la misma sangre.
2
Ya desde antes, cuando Saúl era rey, usted dirigía a Israel en sus campañas. Además, el SEÑOR su Dios le dijo a Su Majestad: “Tú guiarás a mi pueblo Israel y lo gobernarás”».
3
Así pues, todos los ancianos de Israel fueron a Hebrón para hablar con el rey, quien hizo allí un pacto con ellos en presencia del SEÑOR. Después de eso, ungieron a David para que fuera rey sobre Israel, conforme a lo que el SEÑOR había dicho por medio de Samuel.