21
Entonces el sacerdote Eleazar dijo a los hombres de guerra que habían ido a la batalla: Este es el estatuto de la ley que el SEÑOR ha ordenado a Moisés:
22
sólo el oro, la plata, el bronce, el hierro, el estaño y el plomo,
23
todo lo que resiste el fuego, pasaréis por el fuego y será limpio, pero será purificado con el agua para la impureza. Mas todo lo que no resiste el fuego lo pasaréis por agua.
24
Y en el séptimo día lavaréis vuestra ropa y seréis limpios; después podréis entrar al campamento.
25
Entonces habló el SEÑOR a Moisés, diciendo:
26
Cuenta el botín que fue tomado tanto de hombres como de animales; tú con el sacerdote Eleazar, y los jefes de las casas paternas de la congregación,
27
y divide en mitades el botín entre los guerreros que salieron a la batalla y toda la congregación.
28
Y toma un tributo para el SEÑOR de los hombres de guerra que salieron a la batalla, uno por cada quinientos, tanto de las personas como de los bueyes, de los asnos y de las ovejas;
29
tómalo de la mitad de ellos, y dáselo al sacerdote Eleazar, como ofrenda al SEÑOR.
30
Y de la mitad de los hijos de Israel tomarás uno de cada cincuenta, tanto de las personas como de los bueyes, de los asnos y de las ovejas, de cualquier animal, y los darás a los levitas que guardan el tabernáculo del SEÑOR.
31
Moisés y el sacerdote Eleazar hicieron tal como el SEÑOR había ordenado a Moisés.