23
todo lo que el SEÑOR os ha mandado por medio de Moisés, desde el día en que el SEÑOR dio mandamiento, en el futuro, por todas vuestras generaciones,
24
entonces sucederá que si se hizo inadvertidamente, sin el conocimiento de la congregación, toda la congregación ofrecerá un novillo como holocausto, como aroma agradable al SEÑOR, con su ofrenda de cereal y su libación, según la ordenanza, y un macho cabrío como ofrenda por el pecado.
25
"Entonces el sacerdote hará expiación por toda la congregación de los hijos de Israel, y serán perdonados, pues fue un error. Cuando presenten su ofrenda, una ofrenda encendida al SEÑOR, y su ofrenda por el pecado delante del SEÑOR por su error,
26
será perdonada toda la congregación de los hijos de Israel, y el extranjero que reside entre ellos, pues sucedió a todo el pueblo por error.
27
"También, si una persona peca inadvertidamente, ofrecerá una cabra de un año como ofrenda por el pecado.
28
"Y el sacerdote hará expiación delante del SEÑOR por la persona que ha cometido error, cuando peca inadvertidamente, haciendo expiación por él, y será perdonado.
29
"Para el que es nativo entre los hijos de Israel y para el extranjero que reside entre ellos, tendréis una sola ley para el que haga algo inadvertidamente.
30
"Pero aquél que obre con desafío, ya sea nativo o extranjero, ése blasfema contra el SEÑOR, y esa persona será cortada de entre su pueblo.
31
"Porque ha menospreciado la palabra del SEÑOR, y ha quebrantado su mandamiento, esa persona será enteramente cortada; su culpa caerá sobre ella."
32
Cuando los hijos de Israel estaban en el desierto, encontraron a un hombre que recogía leña en el día de reposo.
33
Los que lo encontraron recogiendo leña, lo llevaron a Moisés y a Aarón y a toda la congregación;
34
y lo pusieron bajo custodia, porque no se había aclarado qué debería hacerse con él.
35
Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: Ciertamente al hombre se le dará muerte; toda la congregación lo apedreará fuera del campamento.
36
Y toda la congregación lo sacó fuera del campamento y lo apedrearon, y murió, tal como el SEÑOR había ordenado a Moisés.
37
También habló el SEÑOR a Moisés, diciendo:
38
Habla a los hijos de Israel y diles que se hagan flecos en los bordes de sus vestidos, por sus generaciones, y que pongan en el fleco de cada borde un cordón azul.
39
Y os servirá el fleco, para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos del SEÑOR, a fin de que los cumpláis y no sigáis vuestro corazón ni vuestros ojos, tras los cuales os habéis prostituido,
40
para que os acordéis de cumplir todos mis mandamientos y seáis santos a vuestro Dios.
41
Yo soy el SEÑOR vuestro Dios que os saqué de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios.