35
"Yo, el SEÑOR, he hablado; ciertamente esto haré a toda esta perversa congregación que se han juntado contra mí. En este desierto serán destruidos, y aquí morirán."
36
En cuanto a los hombres a quienes Moisés envió a reconocer la tierra, y que volvieron e hicieron a toda la congregación murmurar contra él dando un mal informe acerca de la tierra,
37
aquellos hombres que dieron el mal informe acerca de la tierra, murieron debido a una plaga delante del SEÑOR.
38
Pero Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefone, sobrevivieron de entre aquellos hombres que fueron a reconocer la tierra.
39
Y cuando Moisés habló estas palabras a todos los hijos de Israel, el pueblo lloró mucho.
40
Y muy de mañana se levantaron y subieron a la cumbre del monte, y dijeron: Aquí estamos; subamos al lugar que el SEÑOR ha dicho, porque hemos pecado.
41
Mas Moisés dijo: ¿Por qué, entonces, quebrantáis el mandamiento del SEÑOR, si no os saldrá bien?
42
No subáis, no sea que seáis derribados delante de vuestros enemigos, pues el SEÑOR no está entre vosotros.
43
Pues los amalecitas y los cananeos estarán allí frente a vosotros, y caeréis a espada por cuanto os habéis negado a seguir al SEÑOR. Y el SEÑOR no estará con vosotros.
44
Pero ellos se obstinaron en subir a la cumbre del monte; mas ni el arca del pacto del SEÑOR ni Moisés se apartaron del campamento.
45
Entonces descendieron los amalecitas y los cananeos que habitaban en la región montañosa, y los hirieron y los derrotaron persiguiéndolos hasta Horma.