22
No trabajen en el día de descanso, sino hagan que sea un día sagrado. Yo les di este mandato a sus antepasados,
23
pero ellos no escucharon ni obedecieron. Tercamente rehusaron prestar atención o recibir mi disciplina.
24
»’Pero si me obedecen, dice el Señor
, y no comercian en las puertas ni trabajan en el día de descanso, y si lo guardan como día sagrado,
25
entonces los reyes y sus funcionarios entrarán y saldrán para siempre por estas puertas. Siempre habrá un descendiente de David sentado en el trono aquí en Jerusalén. Los reyes y sus funcionarios siempre entrarán y saldrán en carros y a caballo por entre la gente de Judá, y esta ciudad permanecerá para siempre.
26
Desde todas partes de Jerusalén, desde las ciudades de Judá y Benjamín, desde las colinas occidentales
y la zona montañosa, y del Neguev vendrá gente con sus ofrendas quemadas y sus sacrificios. Traerán sus ofrendas de grano, incienso y las ofrendas de acción de gracias al templo del Señor
.
27
»’Sin embargo, si no me escuchan y se niegan a guardar como sagrado el día de descanso, y si ese día pasan mercadería por las puertas de Jerusalén como si fuera cualquier otro, entonces quemaré estas puertas. El fuego se extenderá a los palacios y nadie podrá apagar las llamas rugientes’”».