26
En verdad te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo .
27
Habéis oído que se dijo: "NO COMETERAS ADULTERIO."
28
Pero yo os digo que todo el que mire a una mujer para codiciarla ya cometió adulterio con ella en su corazón.
29
Y si tu ojo derecho te es ocasión de pecar , arráncalo y échalo de ti; porque te es mejor que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno.
30
Y si tu mano derecha te es ocasión de pecar, córtala y échala de ti; porque te es mejor que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo vaya al infierno.
31
También se dijo: "CUALQUIERA QUE REPUDIE A SU MUJER, QUE LE DE CARTA DE DIVORCIO."
32
Pero yo os digo que todo el que repudia a su mujer, a no ser por causa de infidelidad, la hace cometer adulterio; y cualquiera que se casa con una mujer repudiada, comete adulterio.
33
También habéis oído que se dijo a los antepasados: "NO JURARAS FALSAMENTE, SINO QUE CUMPLIRAS TUS JURAMENTOS AL SEÑOR."
34
Pero yo os digo: no juréis de ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios;
35
ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es LA CIUDAD DEL GRAN REY.
36
Ni jurarás por tu cabeza, porque no puedes hacer blanco o negro ni un solo cabello.
37
Antes bien, sea vuestro hablar: "Sí, sí" o "No, no"; y lo que es más de esto, procede del mal.
38
Habéis oído que se dijo: "OJO POR OJO Y DIENTE POR DIENTE."
39
Pero yo os digo: no resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te abofetee en la mejilla derecha, vuélvele también la otra.
40
Y al que quiera ponerte pleito y quitarte la túnica , déjale también la capa .
41
Y cualquiera que te obligue a ir una milla, ve con él dos.
42
Al que te pida, dale; y al que desee pedirte prestado no le vuelvas la espalda.
43
Habéis oído que se dijo: "AMARAS A TU PROJIMO y odiarás a tu enemigo."
44
Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen,
45
para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos; porque El hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos.
46
Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tenéis? ¿No hacen también lo mismo los recaudadores de impuestos?