32
Y de la higuera aprended la parábola: cuando su rama ya se pone tierna y echa las hojas, sabéis que el verano está cerca.
33
Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, sabed que El está cerca, a las puertas.
34
En verdad os digo que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda.
35
El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán.
36
Pero de aquel día y hora nadie sabe, ni siquiera los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre.
37
Porque como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.
38
Pues así como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en matrimonio, hasta el día en que entró Noé en el arca,
39
y no comprendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos; así será la venida del Hijo del Hombre.
40
Entonces estarán dos en el campo; uno será llevado y el otro será dejado.
41
Dos mujeres estarán moliendo en el molino; una será llevada y la otra será dejada.
42
Por tanto, velad, porque no sabéis en qué día vuestro Señor viene.
43
Pero comprended esto: si el dueño de la casa hubiera sabido a qué hora de la noche iba a venir el ladrón, hubiera estado alerta y no hubiera permitido que entrara en su casa.
44
Por eso, también vosotros estad preparados, porque a la hora que no pensáis vendrá el Hijo del Hombre.