18 y siempre que se apodera de él, lo derriba, y echa espumarajos, cruje los dientes y se va consumiendo. Y dije a tus discípulos que lo expulsaran, pero no pudieron.
19 Respondiéndoles Jesús, dijo<***>: ¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar? ¡Traédmelo!
20 Y se lo trajeron. Y cuando el espíritu vio a Jesús, al instante sacudió con violencia al muchacho, y éste, cayendo a tierra, se revolcaba echando espumarajos.
21 Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto? Y él respondió: Desde su niñez.
22 Y muchas veces lo ha echado en el fuego y también en el agua para destruirlo. Pero si tú puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros y ayúdanos.
23 Jesús le dijo: "¿Cómo si tú puedes?" Todas las cosas son posibles para el que cree.
24 Al instante el padre del muchacho gritó y dijo: Creo; ayúdame en mi incredulidad.
25 Cuando Jesús vio que se agolpaba una multitud, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te ordeno: Sal de él y no vuelvas a entrar en él.
26 Y después de gritar y de sacudirlo con terribles convulsiones, salió: y el muchacho quedó como muerto, tanto, que la mayoría de ellos decían: ¡Está muerto!
27 Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó, y él se puso en pie.
28 Cuando entró Jesús en la casa, sus discípulos le preguntaban en privado: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera?
29 Y El les dijo: Esta clase con nada puede salir, sino con oración .
30 Saliendo de allí, iban pasando por Galilea, y El no quería que nadie lo supiera.
31 Porque enseñaba a sus discípulos, y les decía: El Hijo del Hombre será entregado en manos de los hombres y le matarán; y después de muerto, a los tres días resucitará.
32 Pero ellos no entendían lo que decía, y tenían miedo de preguntarle.
33 Y llegaron a Capernaúm; y estando ya en la casa, les preguntaba: ¿Qué discutíais por el camino?
34 Pero ellos guardaron silencio, porque en el camino habían discutido entre sí quién de ellos era el mayor.
35 Sentándose, llamó a los doce y les dijo<***>: Si alguno desea ser el primero, será el último de todos y el servidor de todos.
36 Y tomando a un niño, lo puso en medio de ellos; y tomándolo en sus brazos les dijo:
37 El que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, no me recibe a mí, sino a aquel que me envió.
38 Juan le dijo: Maestro, vimos a uno echando fuera demonios en tu nombre, y tratamos de impedírselo, porque no nos seguía.

English Standard Version ESV

Mark 9:18 And whenever it seizes him, it throws him down, and he foams and grinds his teeth and becomes rigid. So I asked your disciples to cast it out, and 1they were not able."

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Marcos 9:18 el cual, dondequiera que le toma, le despedaza; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando; y dije a tus discípulos que le echaran fuera, y no pudieron

King James Version KJV

New King James Version NKJV

Mark 9:18 And wherever it seizes him, it throws him down; he foams at the mouth, gnashes his teeth, and becomes rigid. So I spoke to Your disciples, that they should cast it out, but they could not."

Nueva Traducción Viviente NTV

Marcos 9:18 Y, siempre que este espíritu se apodera de él, lo tira violentamente al suelo y él echa espuma por la boca, rechina los dientes y se pone rígido.
Así que les pedí a tus discípulos que echaran fuera al espíritu maligno, pero no pudieron hacerlo.

Nueva Versión Internacional NVI

Marcos 9:18 Cada vez que se apodera de él, lo derriba. Echa espumarajos, cruje los dientes y se queda rígido. Les pedí a tus discípulos que expulsaran al espíritu, pero no lo lograron.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Marcos 9:18 El cual, donde quiera que le toma, le despedaza; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando: y dije á tus discípulos que le echasen fuera, y no pudieron.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Marcos 9:18 el cual, dondequiera que le toma, le despedaza; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando; y dije a tus discípulos que le echasen fuera, y no pudieron.

Herramientas de Estudio para Marcos 9:18-38