17
Al oír esto, Jesús les dijo<***>: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos; no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.
18
Los discípulos de Juan y los fariseos estaban ayunando; y vinieron<***> y le dijeron<***>: ¿Por qué ayunan los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos, pero tus discípulos no ayunan?
19
Y Jesús les dijo: ¿Acaso pueden ayunar los acompañantes del novio mientras el novio está con ellos? Mientras tienen al novio con ellos, no pueden ayunar.
20
Pero vendrán días cuando el novio les será quitado, y entonces ayunarán en aquel día.
21
Nadie pone un remiendo de tela nueva en un vestido viejo, porque entonces el remiendo al encogerse tira de él, lo nuevo de lo viejo, y se produce una rotura peor.
22
Y nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque entonces el vino romperá el odre, y se pierde el vino y también los odres; sino que se echa vino nuevo en odres nuevos.
23
Y aconteció que un día de reposo Jesús pasaba por los sembrados, y sus discípulos, mientras se abrían paso, comenzaron a arrancar espigas.
24
Entonces los fariseos le decían: Mira, ¿por qué hacen lo que no es lícito en el día de reposo?
25
Y El les dijo<***>: ¿Nunca habéis leído lo que David hizo cuando tuvo necesidad y sintió hambre, él y sus compañeros,
26
cómo entró en la casa de Dios en tiempos de Abiatar, el sumo sacerdote, y comió los panes consagrados que no es lícito a nadie comer, sino a los sacerdotes, y dio también a los que estaban con él?
27
Y El les decía: El día de reposo se hizo para el hombre, y no el hombre para el día de reposo.
28
Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo.