5
Y envió a otro y a éste lo mataron; y así con otros muchos, golpeando a unos y matando a otros.
6
Todavía le quedaba uno, un hijo amado; y les envió a este último, diciendo: "Respetarán a mi hijo."
7
Pero aquellos labradores se dijeron entre sí: "Este es el heredero; ¡venid, matémosle, y la heredad será nuestra!"
8
Y echándole mano, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña.
9
¿Qué hará, entonces, el dueño de la viña? Vendrá y destruirá a los labradores, y dará la viña a otros.
10
¿Ni aun esta Escritura habéis leído: "LA PIEDRA QUE DESECHARON LOS CONSTRUCTORES, ESA, EN PIEDRA ANGULAR SE HA CONVERTIDO;
11
ESTO FUE HECHO DE PARTE DEL SEÑOR, Y ES MARAVILLOSO A NUESTROS OJOS"?
12
Y procuraban prenderle, pero temían a la multitud, porque comprendieron que contra ellos había dicho la parábola. Y dejándole, se fueron.
13
Y le enviaron<***> algunos de los fariseos y de los herodianos para sorprenderle en alguna palabra.
14
Y cuando ellos llegaron<***>, le dijeron<***>: Maestro, sabemos que eres veraz y que no buscas el favor de nadie, porque eres imparcial, y enseñas el camino de Dios con verdad. ¿Es lícito pagar impuesto al César, o no?
15
¿Pagaremos o no pagaremos? Pero El, dándose cuenta de su hipocresía, les dijo: ¿Por qué me estáis poniendo a prueba? Traedme un denario para verlo.