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y vino una voz de los cielos, que decía: Tú eres mi Hijo amado, en ti me he complacido.
12
Enseguida el Espíritu le impulsó<***> a ir al desierto.
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Y estuvo en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás; y estaba entre las fieras, y los ángeles le servían.
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Después que Juan había sido encarcelado, Jesús vino a Galilea proclamando el evangelio de Dios,
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y diciendo: El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos y creed en el evangelio.
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Mientras caminaba junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, hermano de Simón, echando una red en el mar, porque eran pescadores.
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Y Jesús les dijo: Seguidme, y yo haré que seáis pescadores de hombres.
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Y dejando al instante las redes, le siguieron.
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Yendo un poco más adelante vio a Jacobo , el hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, los cuales estaban también en la barca, remendando las redes.
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Y al instante los llamó; y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron tras El.
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Entraron<***> en Capernaúm; y enseguida, en el día de reposo entrando Jesús en la sinagoga comenzó a enseñar.
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Y se admiraban de su enseñanza; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.
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Y he aquí estaba en la sinagoga de ellos un hombre con un espíritu inmundo, el cual comenzó a gritar,
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diciendo: ¿Qué tenemos que ver contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién eres: el Santo de Dios.
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Jesús lo reprendió, diciendo: ¡Cállate, y sal de él!