14
Por tanto, proponed en vuestros corazones no preparar de antemano vuestra defensa;
15
porque yo os daré palabras y sabiduría que ninguno de vuestros adversarios podrá resistir ni refutar.
16
Pero seréis entregados aun por padres, hermanos, parientes y amigos; y matarán a algunos de vosotros,
17
y seréis odiados de todos por causa de mi nombre.
18
Sin embargo, ni un cabello de vuestra cabeza perecerá.
19
Con vuestra perseverancia ganaréis vuestras almas.
20
Pero cuando veáis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su desolación está cerca.
21
Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes, y los que estén en medio de la ciudad, aléjense; y los que estén en los campos, no entren en ella;
22
porque estos son días de venganza, para que se cumplan todas las cosas que están escritas.
23
¡Ay de las que estén encinta y de las que estén criando en aquellos días! Porque habrá una gran calamidad sobre la tierra, e ira para este pueblo;
24
y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan.