47
Y todos los que le oían estaban asombrados de su entendimiento y de sus respuestas.
48
Cuando sus padres le vieron, se quedaron maravillados; y su madre le dijo: Hijo, ¿por qué nos has tratado de esta manera? Mira, tu padre y yo te hemos estado buscando llenos de angustia.
49
Entonces El les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿Acaso no sabíais que me era necesario estar en la casa de mi Padre?
50
Pero ellos no entendieron las palabras que El les había dicho.
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Y descendió con ellos y vino a Nazaret, y continuó sujeto a ellos. Y su madre atesoraba todas estas cosas en su corazón.
52
Y Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres.