10
Y Moisés tomó el aceite de la unción y ungió el tabernáculo y todo lo que en él había, y los consagró.
11
Con el aceite roció el altar siete veces y ungió el altar y todos sus utensilios, y la pila y su base, para consagrarlos.
12
Y derramó del aceite de la unción sobre la cabeza de Aarón y lo ungió, para consagrarlo.
13
Luego Moisés hizo que los hijos de Aarón se acercaran y los vistió con túnicas, los ciñó con cinturones, y les ajustó las tiaras tal como el SEÑOR había ordenado a Moisés.
14
Entonces trajo el novillo de la ofrenda por el pecado, y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del novillo de la ofrenda por el pecado.
15
Después Moisés lo degolló y tomó la sangre y con su dedo puso parte de ella en los cuernos del altar por todos los lados, y purificó el altar. Luego derramó el resto de la sangre al pie del altar y lo consagró, para hacer expiación por él.
16
Tomó también todo el sebo que había en las entrañas y el lóbulo del hígado, y los dos riñones con su sebo, y los quemó Moisés sobre el altar.
17
Pero el novillo, con su piel, su carne y su estiércol, lo quemó en el fuego fuera del campamento, tal como el SEÑOR había mandado a Moisés.
18
Entonces presentó el carnero del holocausto, y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del carnero.
19
Y Moisés lo degolló y roció la sangre sobre el altar, por todos los lados.
20
Después de haber cortado el carnero en pedazos, Moisés quemó la cabeza, los pedazos y el sebo.