8
Y el hombre salió de la ciudad, de Belén de Judá, para residir donde encontrara lugar; y mientras proseguía su camino, llegó a la región montañosa de Efraín, a la casa de Micaía.
9
Y Micaía le dijo: ¿De dónde vienes? Y él le respondió: Soy un levita de Belén de Judá; y voy a residir donde encuentre lugar.
10
Entonces Micaía le dijo: Quédate conmigo y sé padre y sacerdote para mí, y yo te daré diez piezas de plata por año, el vestido y la comida. Y el levita entró.
11
Consintió el levita en quedarse con el hombre; y el joven fue para él como uno de sus hijos.
12
Micaía consagró al levita, y el joven vino a ser su sacerdote, y moró en la casa de Micaía.
13
Y Micaía dijo: Ahora sé que el SEÑOR me prosperará, porque tengo un levita por sacerdote.