28
Por eso Jesús dijo: Cuando levantéis al Hijo del Hombre, entonces sabréis que yo soy y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo estas cosas como el Padre me enseñó.
29
Y El que me envió está conmigo; no me ha dejado solo, porque yo siempre hago lo que le agrada.
30
Al hablar estas cosas, muchos creyeron en El.
31
Entonces Jesús decía a los judíos que habían creído en El: Si vosotros permanecéis en mi palabra, verdaderamente sois mis discípulos;
32
y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
33
Ellos le contestaron: Somos descendientes de Abraham y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: "Seréis libres"?
34
Jesús les respondió: En verdad, en verdad os digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecado;
35
y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí permanece para siempre.
36
Así que, si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres.
37
Sé que sois descendientes de Abraham; y sin embargo, procuráis matarme porque mi palabra no tiene cabida en vosotros.
38
Yo hablo lo que he visto con mi Padre; vosotros, entonces, hacéis también lo que oísteis de vuestro padre.
39
Ellos le contestaron, y le dijeron: Abraham es nuestro padre. Jesús les dijo<***>: Si sois hijos de Abraham, haced las obras de Abraham.
40
Pero ahora procuráis matarme, a mí que os he dicho la verdad que oí de Dios. Esto no lo hizo Abraham.
41
Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Ellos le dijeron: Nosotros no nacimos de fornicación; tenemos un Padre, es decir, Dios.
42
Jesús les dijo: Si Dios fuera vuestro Padre, me amaríais, porque yo salí de Dios y vine de El, pues no he venido por mi propia iniciativa, sino que El me envió.
43
¿Por qué no entendéis lo que digo? Porque no podéis oír mi palabra.
44
Sois de vuestro padre el diablo y queréis hacer los deseos de vuestro padre. El fue un homicida desde el principio, y no se ha mantenido en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, habla de su propia naturaleza, porque es mentiroso y el padre de la mentira.
45
Pero porque yo digo la verdad, no me creéis.
46
¿Quién de vosotros me prueba que tengo pecado? Y si digo verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?
47
El que es de Dios escucha las palabras de Dios; por eso vosotros no escucháis, porque no sois de Dios.
48
Contestaron los judíos, y le dijeron: ¿No decimos con razón que tú eres samaritano y que tienes un demonio?