17
Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
18
El que cree en El no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
19
Y este es el juicio: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, pues sus acciones eran malas.
20
Porque todo el que hace lo malo odia la luz, y no viene a la luz para que sus acciones no sean expuestas.
21
Pero el que practica la verdad viene a la luz, para que sus acciones sean manifestadas que han sido hechas en Dios.