20
Entonces los judíos dijeron: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú lo levantarás en tres días?
21
Pero El hablaba del templo de su cuerpo.
22
Por eso, cuando resucitó de los muertos, sus discípulos se acordaron de que había dicho esto; y creyeron en la Escritura y en la palabra que Jesús había hablado.
23
Cuando estaba en Jerusalén durante la fiesta de la Pascua, muchos creyeron en su nombre al ver las señales que hacía.
24
Pero Jesús, por su parte, no se confiaba a ellos, porque conocía a todos,
25
y no tenía necesidad de que nadie le diera testimonio del hombre, pues El sabía lo que había en el hombre.