18
Serpentean las sendas de su curso, se evaporan en la nada y perecen.
19
Las caravanas de Temán los buscaron, los viajeros de Sabá contaban con ellos.
20
Quedaron frustrados porque habían confiado, llegaron allí y fueron confundidos.
21
Ciertamente, así sois vosotros ahora, veis algo aterrador y os espantáis.
22
¿Acaso he dicho: "Dadme algo", "De vuestra riqueza ofrecedme un soborno",
23
"Libradme de la mano del adversario", o: "Rescatadme de la mano de los tiranos"?
24
Instruidme, y yo callaré; mostradme en qué he errado.
25
¡Cuán dolorosas son las palabras sinceras! Pero ¿qué prueba vuestro argumento?
26
¿Pensáis censurar mis palabras, cuando las palabras del desesperado se las lleva el viento?
27
Aun echaríais suerte sobre los huérfanos, y especularíais con vuestro amigo.
28
Y ahora, tratad de mirarme y ved si miento en vuestra cara.