20
"Conmigo es siempre nueva mi gloria, y mi arco en mi mano se renueva."
21
Me escuchaban y esperaban, y guardaban silencio para oír mi consejo.
22
Después de mis palabras no hablaban de nuevo, y sobre ellos caía gota a gota mi discurso.
23
Me esperaban como a la lluvia, y abrían su boca como a lluvia de primavera.
24
Yo les sonreía cuando ellos no creían, y no abatían la luz de mi rostro.
25
Les escogía el camino y me sentaba como jefe, y moraba como rey entre las tropas, como el que consuela a los que lloran.