20
Vean sus ojos su ruina, y beba de la furia del Todopoderoso.
21
Pues ¿qué le importa la suerte de su casa después de él cuando el número de sus meses haya sido cortado?
22
¿Puede enseñarse a Dios sabiduría, siendo que El juzga a los encumbrados?
23
Uno muere en pleno vigor, estando completamente tranquilo y satisfecho;
24
sus ijares están repletos de grosura, húmeda está la médula de sus huesos,
25
mientras otro muere con alma amargada, y sin haber probado nada bueno.
26
Juntos yacen en el polvo, y los gusanos los cubren.
27
He aquí, yo conozco vuestros pensamientos, y los designios con los cuales me dañaríais.
28
Porque decís: "¿Dónde está la casa del noble, y dónde la tienda donde moraban los impíos?"
29
¿No habéis preguntado a los caminantes, y no reconocéis su testimonio?
30
Porque el impío es preservado para el día de la destrucción; ellos serán conducidos en el día de la ira.
31
¿Quién le declarará en su cara sus acciones, y quién le pagará por lo que ha hecho?
32
Mientras es llevado al sepulcro, velarán sobre su túmulo.
33
Los terrones del valle suavemente le cubrirán, y le seguirán todos los hombres, e innumerables otros irán delante de él.
34
¿Cómo, pues, me consoláis en vano? Vuestras respuestas están llenas de falsedad.