6
Tu propia boca, y no yo, te condena, y tus propios labios testifican contra ti.
7
¿Fuiste tú el primer hombre en nacer, o fuiste dado a luz antes que las colinas?
8
¿Oyes tú el secreto de Dios, y retienes para ti la sabiduría?
9
¿Qué sabes tú que nosotros no sepamos? ¿Qué entiendes tú que nosotros no entendamos?
10
También entre nosotros hay canosos y ancianos de más edad que tu padre.
11
¿Te parecen poco los consuelos de Dios, y la palabra hablada a ti con dulzura?
12
¿Por qué te arrebata el corazón, y por qué centellean tus ojos,
13
para volver tu espíritu contra Dios y dejar salir de tu boca tales palabras?
14
¿Qué es el hombre para que sea puro, o el nacido de mujer para que sea justo?
15
He aquí, Dios no confía en sus santos, y ni los cielos son puros ante sus ojos;
16
¡cuánto menos el hombre, un ser abominable y corrompido, que bebe como agua la iniquidad!