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Hermanos, no murmuréis los unos de los otros; el que murmura del hermano, y juzga a su hermano, este tal murmura de la Ley, y juzga a la Ley; y si tú juzgas a la Ley, no eres guardador de la Ley, sino juez
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Uno es el dador de la Ley, que puede salvar y perder, ¿quién eres tú que juzgas a otro
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Ea, ahora, los que decís: Vamos hoy y mañana a tal ciudad, y estaremos allá un año y compraremos mercadería, y ganaremos
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y no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es un vapor que se aparece por un poco de tiempo, y después se desvanece
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En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quisiere, y si viviéremos, haremos esto, o aquello
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Mas ahora os gloriáis en vuestras soberbias. Toda gloria semejante es mala
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El pecado pues está todavía en aquel que sabe hacer lo bueno, y no lo hace