1
Escucha, pueblo mío, mi ley; inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca
2
Abriré mi boca en parábola; hablaré enigmas del tiempo antiguo
3
Las cuales hemos oído y entendido; que nuestros padres nos las contaron
4
No las encubriremos a sus hijos, contando a la generación venidera las alabanzas del SEÑOR, y su fortaleza, y sus maravillas que hizo
5
El estableció testimonio en Jacob, y puso ley en Israel; las cuales mandó a nuestros padres que las notificaran a sus hijos
6
para que lo sepa la generación venidera, y los hijos que nacerán; y los que se levantarán, lo cuenten a sus hijo
7
con el fin de poner su confianza en Dios, y no olvidar de las obras de Dios, y guardar sus mandamientos
8
Y no ser como sus padres, generación contumaz y rebelde; generación que no compuso su corazón, ni su espíritu fue fiel con Dios
9
Los hijos de Efraín armados, flecheros, volvieron las espaldas en el día de la batalla
10
No guardaron el pacto de Dios, ni quisieron andar en su ley