42
Y daré por respuesta a mi avergonzador, que en tu palabra he confiado
43
Y no quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad; porque a tu juicio espero
44
Y guardaré tu ley siempre, de siglo a siglo
45
Y andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos
46
Y hablaré de tus testimonios delante de los reyes, y no me avergonzaré
47
Y me deleitaré en tus mandamientos, que he amado
48
Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amé; y meditaré en tus estatutos
49
ZAIN Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, en la cual me has hecho esperar
50
Esta es mi consolación en mi aflicción, porque tu dicho me vivificó
51
Los soberbios se burlaron mucho de mí, mas no me he apartado de tu ley
52
Me acordé, oh SEÑOR, de tus juicios antiguos, y me consolé
53
Horror se apoderó de mí, a causa de los impíos que dejan tu ley
54
Canciones me son tus estatutos en la casa de mis peregrinaciones
55
Me acordé en la noche de tu Nombre, oh SEÑOR, y guardé tu ley
56
Esto tuve, porque guardaba tus mandamientos
57
CHET Mi porción, oh SEÑOR, dije, será guardar tus palabras
58
Tu presencia supliqué de todo corazón, ten misericordia de mí según tu palabra
59
Consideré mis caminos, y torné mis pies a tus testimonios
60
Me apresuré, y no me retardé en guardar tus mandamientos
61
Compañía de impíos me han robado, mas no me he olvidado de tu ley
62
A medianoche me levantaré a alabarte sobre los juicios de tu justicia
63
Compañero soy yo a todos los que te temieren, y guardaren tus mandamientos
64
De tu misericordia, oh SEÑOR, está llena la tierra; tus estatutos me enseñan
65
TET Bien has hecho con tu siervo, oh SEÑOR, conforme a tu palabra
66
Bondad de sentido y sabiduría me enseña; porque tus mandamientos he creído
67
Antes que fuera humillado, yo erraba; mas ahora tu dicho guardo
68
Bueno eres tú, y bienhechor; enséñame tus estatutos
69
Sobre mí fabricaron mentira los soberbios, mas yo guardaré de todo corazón tus mandamientos
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Se engrosó el corazón de ellos como sebo; mas yo en tu ley me he deleitado
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Bueno me es haber sido humillado, para que aprenda tus estatutos
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Mejor me es la ley de tu boca, que millares de oro y plata