20
El perverso de corazón nunca hallará bien; y el que revuelve con su lengua, caerá en mal
21
El que engendra al loco, para su tristeza lo engendra; y el padre del loco no se alegrará
22
El corazón alegre hará bien como una medicina; mas el espíritu triste seca los huesos
23
El impío toma soborno en secreto para pervertir las veredas del derecho
24
En el rostro del entendido aparece la sabiduría; mas los ojos del loco manifiestan su locura hasta el cabo de la tierra
25
El hijo loco es enojo a su padre, y amargura a la que lo engendró
26
Ciertamente no es bueno condenar al justo, ni herir a los príncipes por hacer lo recto
27
El que detiene sus palabras tiene sabiduría; y de espíritu excelente es el hombre inteligente
28
Aun el loco cuando calla, es contado por sabio; el que cierra sus labios es entendido