7
¿Y por qué desanimáis el corazón de los hijos de Israel, para que no pasen a la tierra que les ha dado el SEÑOR
8
Así hicieron vuestros padres, cuando los envié desde Cades-barnea para que vieran la tierra
9
Cuando subieron hasta la arroyada de Escol, y vieron la tierra desanimaron el corazón de los hijos de Israel, para no venir a la tierra que el SEÑOR les había dado
10
Y el furor del SEÑOR se encendió entonces, y juró diciendo
11
Que no verán los varones que subieron de Egipto de veinte años arriba, la tierra por la cual juré a Abraham, Isaac, y Jacob, por cuanto no fueron perfectos en pos de mí
12
excepto Caleb, hijo de Jefone cenezeo, y Josué hijo de Nun, que fueron perfectos en pos del SEÑOR
13
Y el furor del SEÑOR se encendió en Israel, y los hizo andar errantes cuarenta años por el desierto, hasta que fue acabada toda aquella generación, que había hecho mal delante del SEÑOR
14
Y he aquí, vosotros habéis levantado en lugar de vuestros padres, prole de hombres pecadores, para añadir aún a la ira del SEÑOR contra Israel
15
Si os volviereis de en pos de él, él volverá otra vez a dejaros en el desierto, y echaréis a perder a todo este pueblo
16
Entonces ellos vinieron a él y dijeron: Edificaremos aquí majadas para nuestro ganado, y ciudades para nuestros niños
17
y nosotros nos armaremos, e iremos con diligencia delante de los hijos de Israel, hasta que los metamos en su lugar; y nuestros niños quedarán en ciudades fuertes a causa de los moradores de la tierra
18
No volveremos a nuestras casas hasta que los hijos de Israel posean cada uno su heredad
19
Porque no tomaremos heredad con ellos al otro lado del Jordán ni adelante, por cuanto tendremos ya nuestra heredad de este lado del Jordán al oriente
20
Entonces les respondió Moisés: Si lo hiciereis así, si os apercibiereis para ir delante del SEÑOR a la guerra
21
y pasaréis todos vosotros armados el Jordán delante del SEÑOR, hasta que haya echado a sus enemigos de delante de sí
22
y que la tierra sea sojuzgada delante del SEÑOR; luego volveréis, y seréis sin culpa para con el SEÑOR, y para con Israel; y esta tierra será vuestra en heredad delante del SEÑOR
23
Mas si así no lo hiciereis, he aquí habréis pecado ante el SEÑOR; y sabed que vuestro pecado os alcanzará
24
Edificaos ciudades para vuestros niños, y majadas para vuestras ovejas, y haced lo que ha salido de vuestra boca
25
Y hablaron los hijos de Gad y los hijos de Rubén a Moisés, diciendo: Tus siervos harán como mi señor ha mandado
26
Nuestros niños, nuestras mujeres, nuestros ganados, y todas nuestras bestias, estarán ahí en las ciudades de Galaad
27
y tus siervos, armados todos de guerra, pasarán delante del SEÑOR a la guerra, de la manera que nuestro señor dice