11
Mas yo os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán a la mesa con Abraham, e Isaac, y Jacob, en el Reino de los cielos
12
mas los hijos del Reino serán echados en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes
13
Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creiste te sea hecho. Y su criado fue sano en la misma hora
14
Y vino Jesús a casa de Pedro, y vio a su suegra echada en cama, y con fiebre
15
Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía
16
Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y echó de ellos los demonios con la palabra, y sanó a todos los enfermos
17
para que se cumpliera lo que fue dicho por el profeta Isaías, que dijo: El tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias
18
Y viendo Jesús gran multitud alrededor de sí, mandó que se fueran al otro lado del lago
19
Y acercándose un escriba, le dijo: Maestro, te seguiré adondequiera que fueres
20
Y Jesús le dijo: Las zorras tienen cavernas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del hombre no tiene dónde recostar su cabeza
21
Y otro de sus discípulos le dijo: Señor, dame licencia para que vaya primero, y entierre a mi padre