12
Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí no teniendo vestido de boda? Y a él se le cerró la boca
13
Entonces el rey dijo a los que servían: Atadlo de pies y de manos tomadle, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes
14
Porque muchos son llamados, y pocos escogidos
15
Entonces, idos los fariseos, consultaron cómo le tomarían en alguna palabra
16
Y envían a él los discípulos de ellos, con los de Herodes, diciendo: Maestro, sabemos que eres amador de verdad, y que enseñas con verdad el camino de Dios, y que no te curas de nadie, porque no tienes acepción de persona de hombres
17
Dinos pues, qué te parece: ¿Es lícito dar tributo a César, o no
18
Mas Jesús, entendida su malicia, les dice: ¿Por qué me tentáis, hipócritas
19
Mostradme la moneda del tributo. Y ellos le presentaron un denario
20
Entonces les dice: ¿De quién es esta imagen, y lo que está encima escrito
21
Ellos le dicen: De César. Y les dijo: Pagad pues a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios
22
Y oyendo esto, se maravillaron, y dejándole se fueron
23
Aquel día llegaron a él los saduceos, que dicen no haber resurrección, y le preguntaron
24
diciendo: Maestro, Moisés dijo: Si alguno muriere sin hijos, su hermano se case con su mujer, y despertará simiente a su hermano
25
Hubo pues, entre nosotros siete hermanos; y el primero tomó mujer, y murió; y no teniendo simiente, dejó su mujer a su hermano
26
De la misma manera también el segundo, y el tercero, hasta los siete
27
Y después de todos murió también la mujer
28
En la resurrección pues, ¿de cuál de los siete será ella mujer? Porque todos la tuvieron
29
Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis ignorando las Escrituras, y la potencia de Dios
30
Porque en la resurrección, ni los maridos tomarán mujeres, ni las mujeres maridos; porque son como los ángeles de Dios en el cielo
31
Y de la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que es dicho de Dios a vosotros, que dice
32
YO SOY el Dios de Abraham y el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de los muertos, sino de los que viven