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y el campo es el mundo; y la buena simiente son los hijos del Reino, y la cizaña son los hijos del malo
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y el enemigo que la sembró, es el diablo; y la siega es el fin del siglo, y los segadores son los ángeles
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De manera que como es cogida la cizaña, y quemada al fuego, así será en el fin de este siglo
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Enviará el Hijo del hombre a sus ángeles, y cogerán de su Reino todos los estorbos, y a los que hacen iniquidad
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y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes
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Entonces los justos resplandecerán como el sol en el Reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga
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También, el Reino de los cielos es semejante al tesoro escondido en el campo; el cual hallado, el hombre lo encubre, y de gozo de ello va, y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo
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También el Reino de los cielos es semejante al hombre tratante, que busca buenas perlas
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que hallando una preciosa perla, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró
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También el Reino de los cielos es semejante a la red, que echada en el mar, coge de toda suerte de peces
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la cual estando llena, la sacaron a la orilla; y sentados, cogieron lo bueno en vasos, y lo malo echaron fuera