2
Y los nombres de los doce apóstoles son éstos: el primero, Simón, que es llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo, hijo de Zebedeo, y Juan su hermano
3
Felipe, y Bartolomé; Tomás, y Mateo el publicano; Jacobo hijo de Alfeo, y Lebeo, por sobrenombre Tadeo
4
Simón el cananeo y Judas Iscariote, que también le entregó
5
A estos doce envió Jesús, a los cuales dio mandamiento, diciendo: Por el camino de los gentiles no iréis, y en ciudad de samaritanos no entréis
6
mas id antes a las ovejas perdidas de la Casa de Israel
7
Y yendo, predicad, diciendo: El Reino de los cielos ha llegado
8
Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia
9
No proveáis oro, ni plata, ni dinero en vuestros cintos
10
ni alforja para el camino; ni dos ropas de vestir, ni zapatos, ni bordón; porque el obrero digno es de su alimento
11
Mas en cualquier ciudad, o aldea donde entréis, buscad con diligencia quién sea en ella digno, y reposad allí hasta que salgáis
12
Y entrando en la casa, saludadla
13
Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá sobre ella; mas si no fuere digna, vuestra paz se volverá a vosotros
14
Y cualquiera que no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies
15
De cierto os digo, que el castigo será más tolerable a la tierra de los de Sodoma y de los de Gomorra en el día del juicio, que a aquella ciudad
16
He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed pues prudentes como serpientes, e inocentes como palomas
17
Y guardaos de los hombres, porque os entregarán en concilios, y en sus sinagogas os azotarán
18
Y aun a príncipes y a reyes seréis llevados por causa de mí, por testimonio a ellos y a los gentiles
19
Mas cuando os entregaren, no os apuréis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado qué habéis de hablar
20
Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros
21
Y hermano entregará a hermano a la muerte, y padre a hijo; y los hijos se levantarán contra sus padres, y los harán morir
22
Y seréis aborrecidos de todos por mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo