4 Pero Jesús les decía: No hay profeta deshonrado sino en su tierra, y entre sus parientes, y en su casa
5 Y no pudo hacer allí alguna maravilla; solamente sanó unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos
6 Y estaba maravillado de la incredulidad de ellos. Y rodeaba las aldeas de alrededor, enseñando
7 Y llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos; y les dio potestad sobre los espíritus inmundos
8 Y les mandó que no llevaran nada para el camino, sino solamente báculo; ni alforja, ni pan, ni dinero en la bolsa
9 mas que calzaran sandalias, y no vistieran dos túnicas
10 Y les decía: Dondequiera que entréis en una casa, posad en ella hasta que salgáis de allí
11 Y todos aquellos que no os recibieren ni os oyeren, saliendo de allí, sacudid el polvo que está debajo de vuestros pies, en testimonio a ellos. De cierto os digo que será más tolerable para los de Sodoma y Gomorra en el día del juicio, que para aquella ciudad
12 Y saliendo, predicaban que los hombres se arrepintieran
13 Y echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos, y sanaban
14 Y oyó el rey Herodes la fama de Jesús, porque su nombre era hecho notorio; y dijo: Juan el que bautizaba, ha resucitado de los muertos, y por tanto, virtudes obran en él
15 Otros decían: Elías es. Y otros decían: Profeta es, o alguno de los profetas
16 Y oyéndolo Herodes, dijo: Este es Juan el que yo degollé; él ha resucitado de los muertos
17 Porque el mismo Herodes había enviado, y prendido a Juan, y le había aprisionado en la cárcel a causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano; porque la había tomado por mujer
18 Porque Juan decía a Herodes: No te es lícito tener la mujer de tu hermano
19 Mas Herodías le acechaba, y deseaba matarle, y no podía
20 porque Herodes temía a Juan, conociéndolo varón justo y santo; y le tenía respeto; y escuchándole, hacía muchas cosas; y le oía de buena gana
21 Y venido un día oportuno, en que Herodes, en la fiesta de su nacimiento, daba una cena a sus príncipes y tribunos, y a los principales de Galilea
22 y entrando la hija de Herodías, y danzando, y agradando a Herodes y a los que estaban con él a la mesa, el rey dijo a la muchacha: Pídeme lo que quisieres, que yo te lo daré
23 Y le juró: Todo lo que me pidieres te daré, hasta la mitad de mi reino
24 Y saliendo ella, dijo a su madre: ¿Qué pediré? Y ella dijo: La cabeza de Juan el Bautista
25 Entonces ella entró prestamente al rey, y pidió, diciendo: Quiero que ahora mismo me des en un plato la cabeza de Juan Bautista
26 Y el rey se entristeció mucho; mas a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa, no quiso desecharla
27 Y luego el rey, enviando uno de la guardia, mandó que fuera traída su cabeza
28 el cual fue, y le degolló en la cárcel, y trajo su cabeza en un plato, y la dio a la muchacha, y la muchacha la dio a su madre
29 Y oyéndolo sus discípulos, vinieron y tomaron su cuerpo, y le pusieron en un sepulcro
30 Y los apóstoles se juntaron a Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho, y lo que habían enseñado
31 Y él les dijo: Venid vosotros aparte al lugar desierto, y reposad un poco. Porque había muchos que iban y venían, que aun no tenían lugar de comer
32 Y se fueron en un barco al lugar desierto aparte
33 Y los vieron ir muchos, y le conocieron; y concurrieron allá muchos a pie de las ciudades, y llegaron antes que ellos, y se juntaron a él
34 Y saliendo Jesús vio gran multitud, y tuvo misericordia de ellos, porque eran como ovejas sin pastor; y les comenzó a enseñar muchas cosas
35 Cuando ya era el día muy entrado, sus discípulos llegaron a él, diciendo: El lugar es desierto, y el día ya muy entrado
36 envíalos para que vayan a los cortijos y aldeas de alrededor, y compren para sí pan; porque no tienen qué comer
37 Respondiendo él, les dijo: Dadles de comer vosotros. Y le dijeron: ¿Qué vayamos y compremos pan por doscientos denarios, y les demos de comer
38 El les dice: ¿Cuántos panes tenéis? Id, y vedlo. Y sabiéndolo, dijeron: Cinco, y dos peces
39 Y les mandó que hicieran recostar a todos por partidas sobre la hierba verde
40 Y se recostaron por partidas, de ciento en ciento, y de cincuenta en cincuenta
41 Y tomados los cinco panes y los dos peces, mirando al cielo, bendijo, y partió los panes, y dio a sus discípulos para que los pusieran delante; y repartió a todos los dos peces
42 Y comieron todos, y se saciaron
43 Y alzaron de los pedazos doce cestas llenas, y de los peces
44 Y los que comieron eran cinco mil hombres

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Marcos 6:4 Y Jesús les dijo: No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes, y en su casa.

English Standard Version ESV

Mark 6:4 And Jesus said to them, "A prophet is not without honor, except in his hometown and among his relatives and in his own household."

King James Version KJV

New King James Version NKJV

Mark 6:4 But Jesus said to them, "A prophet is not without honor except in his own country, among his own relatives, and in his own house."

Nueva Traducción Viviente NTV

Marcos 6:4 Entonces Jesús les dijo:

Nueva Versión Internacional NVI

Marcos 6:4 —En todas partes se honra a un profeta, menos en su tierra, entre sus familiares y en su propia casa.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Marcos 6:4 Mas Jesús les decía: No hay profeta deshonrado sino en su tierra, y entre sus parientes, y en su casa.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Marcos 6:4 Pero Jesús les decía: No hay profeta deshonrado sino en su tierra, y entre sus parientes, y en su casa.

Herramientas de Estudio para Marcos 6:4-44