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Decía además: Así es el Reino de Dios, como si un hombre echa simiente en la tierra
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y duerme, y se levanta de noche y de día, y la simiente brota y crece como él no sabe
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Porque de suyo fructifica la tierra, primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga
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y cuando el fruto fuere producido, luego se mete la hoz, porque la siega es llegada
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También decía: ¿A qué haremos semejante el Reino de Dios? ¿O con qué parábola le compararemos
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Es como el grano de mostaza, que cuando se siembra en tierra, es la más pequeña de todas las simientes que hay en la tierra
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mas después de sembrado, sube, y se hace la mayor de todas las legumbres, y echa grandes ramas, de tal manera que las aves del cielo puedan morar bajo su sombra
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Y con muchas parábolas como éstas les hablaba la Palabra, conforme a lo que podían oír
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Sin parábola no les hablaba; pero a sus discípulos en particular declaraba todo
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Y les dijo aquel día cuando fue tarde: Pasemos al otro lado
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Y enviando la multitud, le tomaron como estaba en el barco; y había también con él otros barquitos
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Y se levantó una grande tempestad de viento, y echaba las olas en el barco, de tal manera que ya se llenaba
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El estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal, y le despertaron, y le dijeron: ¿Maestro, no tienes cuidado que perecemos
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Y levantándose, increpó al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y fue hecha grande bonanza
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Y a ellos dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe
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Y temieron con gran temor, y decían el uno al otro. ¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen