25
Porque al que tiene, le será dado; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado
26
Decía además: Así es el Reino de Dios, como si un hombre echa simiente en la tierra
27
y duerme, y se levanta de noche y de día, y la simiente brota y crece como él no sabe
28
Porque de suyo fructifica la tierra, primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga
29
y cuando el fruto fuere producido, luego se mete la hoz, porque la siega es llegada
30
También decía: ¿A qué haremos semejante el Reino de Dios? ¿O con qué parábola le compararemos
31
Es como el grano de mostaza, que cuando se siembra en tierra, es la más pequeña de todas las simientes que hay en la tierra
32
mas después de sembrado, sube, y se hace la mayor de todas las legumbres, y echa grandes ramas, de tal manera que las aves del cielo puedan morar bajo su sombra
33
Y con muchas parábolas como éstas les hablaba la Palabra, conforme a lo que podían oír
34
Sin parábola no les hablaba; pero a sus discípulos en particular declaraba todo
35
Y les dijo aquel día cuando fue tarde: Pasemos al otro lado