18
Orad pues, que no acontezca vuestra huida en invierno
19
Porque aquellos días serán de aflicción, cual nunca fue desde el principio de la creación de las cosas que creó Dios, hasta este tiempo, ni será
20
Y si el Señor no hubiera acortado aquellos días, ninguna carne se salvaría; mas por causa de los escogidos, que él escogió, acortó aquellos días
21
Y entonces si alguno os dijere: He aquí, aquí está el Cristo; o, He aquí, allí está, no le creáis
22
Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas; y darán señales y prodigios, para engañar, si se pudiera hacer, aun a los escogidos
23
Mas vosotros mirad; he aquí os lo he dicho antes todo
24
Pero en aquellos días, después de aquella aflicción, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor
25
Y las estrellas caerán del cielo, y las virtudes que están en los cielos serán conmovidas
26
y entonces verán al Hijo del hombre, que vendrá en las nubes con mucha potestad y gloria
27
Y entonces enviará sus ángeles, y juntará sus escogidos de los cuatro vientos, desde el cabo de la tierra hasta el cabo del cielo
28
De la higuera aprended la semejanza: Cuando su rama ya se hace tierna, y brota hojas, conocéis que el verano está cerca