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Entonces llegando él, la tomó de su mano y la levantó; y luego la dejó la fiebre, y les servía
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Y cuando fue la tarde, cuando el sol se puso, traían a él todos los que tenían mal, y endemoniados
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y toda la ciudad se juntó a la puerta
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Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios porque le conocían
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Levantándose muy de mañana, aún muy de noche, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba
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Y le siguió Simón, y los que estaban con él
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Y hallándole, le dicen: Todos te buscan
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Y les dice: Vamos a los lugares vecinos, para que predique también allí; porque para esto he venido
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Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios
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Y un leproso vino a él, rogándole; e hincada la rodilla, le dice: Si quieres, puedes limpiarme
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Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió su mano, y le tocó, y le dice: Quiero, sé limpio