24 Porque cualquiera que quisiere salvar su alma, la perderá; y cualquiera que perdiere su alma por causa de mí, éste la salvará
25 Porque ¿qué aprovecha al hombre, si ganare todo el mundo, habiéndose destruido a sí mismo, o habiendo sido perdido
26 Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras, de este tal, el Hijo del hombre se avergonzará cuando venga en su gloria, y del Padre, y de los santos ángeles
27 Y os digo en verdad, que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que vean el Reino de Dios
28 Y aconteció como ocho días después de estas palabras, que tomó a Pedro y a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar
29 Y entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestido blanco y resplandeciente
30 Y he aquí dos varones que hablaban con él, los cuales eran Moisés y Elías
31 que aparecieron en majestad, y hablaban de su salida, la cual había de cumplir en Jerusalén
32 Y Pedro y los que estaban con él, estaban cargados de sueño; y cuando despertaron, vieron su majestad, y a aquellos dos varones que estaban con él
33 Y aconteció, que apartándose ellos de él, Pedro dice a Jesús: Maestro, bien es que nos quedemos aquí; y hagamos tres tabernáculos: uno para ti, y uno para Moisés, y uno para Elías; no sabiendo lo que decía
34 Y estando él hablando esto, vino una nube que los cubrió; y tuvieron temor entrando ellos en la nube
35 Y vino una voz de la nube, que decía: Este es mi Hijo amado; a El oíd
36 Y pasada aquella voz, Jesús fue hallado solo; y ellos callaron, y por aquellos días no dijeron nada a nadie de lo que habían visto
37 Y aconteció al día siguiente, apartándose ellos del monte, gran multitud les salió al encuentro
38 Y he aquí, un hombre de la multitud clamó, diciendo: Maestro, te ruego que veas a mi hijo; que es el único que tengo
39 y he aquí un espíritu le toma, y de repente da voces; y le despedaza y hace echar espuma, y apenas se aparta de él quebrantándole
40 Y rogué a tus discípulos que le echaran fuera, y no pudieron
41 Y respondiendo Jesús, dice: ¡Oh generación infiel y perversa! ¿Hasta cuándo tengo que estar con vosotros, y os sufriré? Trae tu hijo acá
42 Y mientras se acercaba, el demonio le derribó y despedazó; pero Jesús increpó al espíritu inmundo, y sanó al muchacho, y se lo volvió a su padre
43 Y todos estaban fuera de sí de la grandeza de Dios. Y maravillándose todos de todas las cosas que hacía, dijo a sus discípulos
44 Poned vosotros en vuestros oídos estas palabras; porque ha de acontecer que el Hijo del hombre será entregado en manos de hombres

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Lucas 9:24 Porque el que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por causa de mí, ése la salvará.

English Standard Version ESV

Luke 9:24 For whoever would save his life will lose it, but whoever loses his life for my sake will save it.

King James Version KJV

New King James Version NKJV

Luke 9:24 For whoever desires to save his life will lose it, but whoever loses his life for My sake will save it.

Nueva Traducción Viviente NTV

Lucas 9:24 Si tratas de aferrarte a la vida, la perderás, pero si entregas tu vida por mi causa, la salvarás.

Nueva Versión Internacional NVI

Lucas 9:24 Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la salvará.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Lucas 9:24 Porque cualquiera que quisiere salvar su vida, la perderá; y cualquiera que perdiere su vida por causa de mí, éste la salvará.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Lucas 9:24 Porque cualquiera que quisiere salvar su alma, la perderá; y cualquiera que perdiere su alma por causa de mí, éste la salvará.

Herramientas de Estudio para Lucas 9:24-44