7 Otra parte cayó entre las espinas; y naciendo las espinas juntamente, la ahogaron
8 Y otra parte cayó en buena tierra, y cuando fue nacida, llevó fruto a ciento por uno. Diciendo estas cosas clamaba: El que tiene oídos para oír, oiga
9 Y sus discípulos le preguntaron, diciendo, qué era ésta parábola
10 Y él dijo: A vosotros es dado conocer los misterios del Reino de Dios; mas a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan
11 Es pues ésta la parábola: La simiente es la palabra de Dios
12 Y los de junto al camino, éstos son los que oyen; y luego viene el diablo, y quita la palabra de su corazón, para que no se salven creyendo
13 Y los de sobre la piedra, son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; mas éstos no tienen raíces; que a tiempo creen, y en el tiempo de la tentación se apartan
14 Y la que cayó entre las espinas, éstos son los que oyeron; mas yéndose, son ahogados de los cuidados y de las riquezas y de los pasatiempos de la vida, y no llevan fruto a perfección
15 Y la que en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y llevan fruto en paciencia
16 Ninguno que enciende la lámpara lo cubre con vasija, o lo pone debajo de la cama; mas lo pone en un candelero, para que los que entren vean la luz
17 Porque no hay cosa oculta, que no haya de ser manifestada; ni cosa escondida, que no haya de ser entendida, y de venir a luz
18 Mirad pues cómo oís; porque a cualquiera que tuviere, le será dado; y a cualquiera que no tuviere, aun lo que parece tener le será quitado
19 Y vinieron a él su madre y hermanos; y no podían llegar a él por causa de la multitud
20 Y le fue dado aviso, diciendo: Tu madre y tus hermanos están fuera, que quieren verte
21 El entonces respondiendo, les dijo: Mi madre y mis hermanos son los que oyen mi palabra, y la hacen
22 Y aconteció un día que él entró en un barco con sus discípulos, y les dijo: Pasemos al otro lado del lago. Y partieron
23 Pero mientras ellos navegaban, él se durmió. Y sobrevino una tempestad de viento en el lago; y se anegaban de agua, y peligraban
24 Y acercándose a él, le despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro, que perecemos! Y despertado él, increpó al viento y a la furia del agua; y cesaron, y fue hecha grande bonanza
25 Y les dijo: ¿Qué es de vuestra fe? Y atemorizados, se maravillaban, diciendo los unos a los otros: ¿Quién es éste, que aun a los vientos y al agua manda, y le obedecen
26 Y navegaron a la tierra de los gadarenos, que está delante de Galilea
27 Y saliendo él a tierra, le vino al encuentro de la ciudad un hombre que tenía demonios ya de mucho tiempo; y no vestía vestido, ni estaba en casa, sino por los sepulcros
28 El cual, cuando vio a Jesús, exclamó y se postró delante de él, y dijo a gran voz: ¿Qué tengo yo contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes
29 (Porque mandaba al espíritu inmundo que saliera del hombre, porque ya de mucho tiempo le arrebataba; y le guardaban preso con cadenas y grillos; mas rompiendo las prisiones, era agitado del demonio por los desiertos.
30 Y le preguntó Jesús, diciendo: ¿Qué nombre tienes? Y él dijo: Legión. Porque muchos demonios habían entrado en él
31 Y le rogaban que no les mandara ir al abismo
32 Y había allí un hato de muchos puercos que pacían en el monte; y le rogaron que los dejara entrar en ellos; y los dejó
33 Y salidos los demonios del hombre, entraron en los puercos; y el hato de ellos se arrojó por un despeñadero en el lago, y se ahogó
34 Y los pastores, como vieron lo que había acontecido, huyeron, y yendo dieron aviso en la ciudad y por las heredades
35 Y salieron a ver lo que había acontecido; y vinieron a Jesús, y hallaron sentado al hombre de quien habían salido los demonios, vestido, y en su juicio, a los pies de Jesús; y tuvieron miedo
36 Y les contaron los que lo habían visto, cómo había sido salvado aquel endemoniado
37 Entonces toda la multitud de la tierra de los gadarenos alrededor, le rogaron que se fuera de ellos; porque tenían gran temor. Y él, subiendo en el barco, se devolvió

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Lucas 8:7 Otra parte cayó en medio de los espinos; y los espinos, al crecer con ella, la ahogaron.

English Standard Version ESV

Luke 8:7 And some fell among thorns, and the thorns grew up with it and choked it.

King James Version KJV

Luke 8:7 And some fell among* thorns; and the thorns sprang up with it, and choked it.

New King James Version NKJV

Luke 8:7 And some fell among thorns, and the thorns sprang up with it and choked it.

Nueva Traducción Viviente NTV

Lucas 8:7 Otras semillas cayeron entre espinos, los cuales crecieron junto con ellas y ahogaron los brotes.

Nueva Versión Internacional NVI

Lucas 8:7 Otra parte cayó entre espinos que, al crecer junto con la semilla, la ahogaron.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Lucas 8:7 Y otra parte cayó entre las espinas; y naciendo las espinas juntamente, la ahogaron.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Lucas 8:7 Otra parte cayó entre las espinas; y naciendo las espinas juntamente, la ahogaron.

Herramientas de Estudio para Lucas 8:7-37