27
Este es de quien está escrito: He aquí, envío mi ángel delante de tu faz, El cual aparejará tu camino delante de ti
28
Porque os digo que entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautista; mas el más pequeño en el Reino de Dios es mayor que él
29
Y todo el pueblo oyéndole, y los publicanos, justificaron a Dios, bautizándose con el bautismo de Juan
30
Mas los fariseos y los sabios de la ley, desecharon el consejo de Dios contra sí mismos, no siendo bautizados de él
31
Y dice el Señor: ¿A quién, pues, compararé los hombres de esta generación, y a qué son semejantes
32
Semejantes son a los muchachos sentados en la plaza, y que dan voces los unos a los otros, y dicen: Os tañimos con flautas, y no bailasteis; os endechamos, y no llorasteis
33
Porque vino Juan el Bautista, que ni comía pan, ni bebía vino, y decís: Demonio tiene
34
Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y decís: He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores
35
Mas la sabiduría es justificada de todos sus hijos
36
Y le rogó uno de los fariseos, que comiera con él. Y entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa
37
Y he aquí una mujer que había sido pecadora en la ciudad, cuando entendió que estaba a la mesa en casa de aquel fariseo, trajo un alabastro de ungüento