31
Y si alguien os preguntare, ¿por qué lo desatáis? Le responderéis así: Porque el Señor lo necesita
32
Y fueron los que habían sido enviados, y hallaron como les dijo
33
Y desatando ellos el pollino, sus dueños les dijeron: ¿Por qué desatáis el pollino
34
Y ellos dijeron: Porque el Señor lo necesita
35
Y lo trajeron a Jesús; y habiendo echado sus vestidos sobre el pollino, subieron a Jesús encima
36
Y yendo él, tendían sus vestidos por el camino
37
Y cuando llegaron ya cerca de la bajada del monte de las Olivas, toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzaron a alabar a Dios a gran voz por todas las maravillas que habían visto
38
diciendo: ¡Bendito el Rey que viene en el nombre del Señor; paz en el cielo, y gloria en lo altísimo
39
Entonces algunos de los fariseos de la multitud, le dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos
40
Y él respondiendo, les dijo: Os digo que si éstos callaran, las piedras clamarían
41
Y como llegó cerca viendo la ciudad, lloró sobre ella