13
Mas llamados diez siervos suyos, les dio diez minas, y les dijo: Negociad entre tanto que vengo
14
Pero sus ciudadanos le aborrecían, y enviaron tras de él una embajada, diciendo: No queremos que éste reine sobre nosotros
15
Y aconteció, que vuelto él, habiendo tomado el reino, mandó llamar a sí a aquellos siervos a los cuales había dado el dinero, para saber lo que había negociado cada uno
16
Y vino el primero, diciendo: Señor, tu mina ha ganado diez minas
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Y él le dice: Está bien, buen siervo; pues que en lo poco has sido fiel, tendrás potestad sobre diez ciudades
18
Y vino el segundo, diciendo: Señor, tu mina ha hecho cinco minas
19
Y también a éste dijo: Tú también sé sobre cinco ciudades
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Y vino otro, diciendo: Señor, he aquí tu mina, la cual he tenido guardada en un pañuelo
21
porque tuve miedo de ti, que eres hombre recio; tomas lo que no pusiste, y siegas lo que no sembraste
22
Entonces él le dijo: Mal siervo, de tu boca te juzgo. Sabías que yo era hombre recio, que quito lo que no puse, y que siego lo que no sembré
23
¿por qué, no diste mi dinero al banco, y yo viniendo lo recibiera con el logro