7
Y cuando el sol se pusiere, será purificado; y después comerá de las santificaciones, porque su pan es
8
Mortecino ni despedazado por fiera no comerá, para contaminarse con ello. Yo soy el SEÑOR
9
Guarden, pues, mi observancia, y no lleven pecado por ello, y mueran por ello cuando la profanaren. YO SOY el que los santifico
10
Ningún extraño comerá santificación; el huésped del sacerdote, ni el jornalero, no comerá santificación
11
Mas el sacerdote, cuando comprare persona de su dinero, ésta comerá de ella, y el nacido en su casa; éstos comerán de su pan
12
Pero la hija del sacerdote, cuando se casare con varón extraño, ella no comerá de la apartadura de las santificaciones
13
Mas si la hija del sacerdote fuere viuda, o repudiada, y no tuviere prole, y se hubiere regresado a la casa de su padre, como en su juventud, comerá del pan de su padre; pero que ningún extraño coma de él
14
Y el que por yerro comiere santificación, añadirá a ella su quinto, y lo dará al sacerdote con la ofrenda que comió
15
No contaminarán, pues, las santificaciones de los hijos de Israel, las cuales apartan para el SEÑOR
16
ni les harán llevar la iniquidad de su culpa, comiendo las santificaciones de ellos. Porque YO SOY el que los santifico
17
Y habló el SEÑOR a Moisés, diciendo