9 Porque aún no sabían la Escritura: Que era necesario que él resucitara de los muertos
10 Y volvieron los discípulos a los suyos
11 Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro; y estando llorando, se bajó y miró al sepulcro
12 y vio dos ángeles en ropas blancas que estaban sentados, el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto
13 Y le dijeron: Mujer, ¿por qué lloras? Les dice: Han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto
14 Cuando había dicho esto, volvió atrás, y vio a Jesús que estaba allí; pero no sabía que era Jesús
15 Le dice Jesús: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dice: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré
16 Le dice Jesús: ¡María! Volviéndose ella, le dice: ¡Raboni! Que quiere decir, Maestro
17 Le dice Jesús: No me toques; porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios
18 Vino María Magdalena dando las nuevas a los discípulos: Que he visto al Señor, y estas cosas me dijo
19 Y como fue tarde aquel día, el primero de los sábados, y estando las puertas cerradas donde los discípulos estaban juntos por miedo de los judíos, vino Jesús, y se puso en medio, y les dijo: Paz tengáis
20 Y habiendo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Entonces los discípulos se gozaron viendo al Señor
21 Entonces les dijo otra vez: Paz tengáis; como me envió el Padre, así también yo os envío
22 Y como hubo dicho esto, les sopló, y les dijo: Tomad el Espíritu Santo
23 A los que soltaréis los pecados, les son sueltos; a los que los retuviereis, serán retenidos
24 Pero Tomás, uno de los doce, que se dice el Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino
25 Le dijeron pues los otros discípulos: Al Señor hemos visto. Y él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré
26 Y ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Vino Jesús, las puertas cerradas, y se puso en medio, y dijo: Paz tengáis
27 Luego dice a Tomás: Mete tu dedo aquí, y ve mis manos; y alarga acá tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino fiel
28 Entonces Tomás respondió, y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío
29 Le dice Jesús: Porque me has visto, oh Tomás, creíste: bienaventurados los que no vieron y creyeron
30 También muchas otras señales, a la verdad, hizo Jesús en presencia de sus discípulos, que no están escritas en este libro
31 Estas empero son escritas, para que creáis que Jesús es el Cristo, Hijo de Dios; y para que creyendo, tengáis vida en su nombre

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Juan 20:9 Porque todavía no habían entendido la Escritura, que Jesús debía resucitar de entre los muertos.

English Standard Version ESV

John 20:9 for as yet they did not understand the Scripture, that he must rise from the dead.

King James Version KJV

New King James Version NKJV

John 20:9 For as yet they did not know the Scripture, that He must rise again from the dead.

Nueva Traducción Viviente NTV

Juan 20:9 porque hasta ese momento aún no habían entendido las Escrituras que decían que Jesús tenía que resucitar de los muertos.

Nueva Versión Internacional NVI

Juan 20:9 Hasta entonces no habían entendido la Escritura, que dice que Jesús tenía que resucitar.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Juan 20:9 Porque aun no sabían la Escritura, que era necesario que él resucitase de los muertos.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Juan 20:9 Porque aún no sabían la Escritura: Que era necesario que él resucitase de los muertos.

Herramientas de Estudio para Juan 20:9-31