4
Y yo dije: Echado soy de delante de tus ojos; Mas aún veré el santo templo tuyo
5
Las aguas me rodearon hasta el alma, el abismo me rodeó; el junco se enguedejó a mi cabeza
6
Descendí a las raíces de los montes; la tierra echó sus cerraduras sobre mí para siempre; mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh SEÑOR Dios mío
7
Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé del Señor; y mi oración entró hasta ti en tu santo Templo
8
Los que guardan las vanidades ilusorias, su misericordia abandonan
9
Mas yo alabándote con voz de confesión te sacrificaré; pagaré lo que prometí. Al SEÑOR sea el salvamento
10
Y mandó el SEÑOR al pez, y vomitó a Jonás en tierra seca