3 Entonces Saulo asolaba la Iglesia, entrando por las casas; y trayendo hombres y mujeres, los entregaba en la cárcel
4 Mas los que fueron esparcidos, pasaban por la tierra anunciando la Palabra del Evangelio
5 Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba el Cristo
6 Y el pueblo escuchaba atentamente unánimes las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía
7 Porque muchos espíritus inmundos, salían de los que los tenían, dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados
8 así que había gran gozo en aquella ciudad
9 Y había un hombre llamado Simón, el cual antes ejercía la magia en aquella ciudad, y había asombrado a la gente de Samaria, diciéndose ser algún grande
10 al cual oían todos atentamente, desde el más pequeño hasta el más grande, diciendo: Esta es la gran virtud de Dios
11 Y le estaban atentos, porque con sus artes mágicas los había asombrado mucho tiempo
12 Pero cuando creyeron a Felipe, que les anunciaba el Evangelio del Reino de Dios y el Nombre de Jesús el Cristo, se bautizaban hombres y mujeres
13 El mismo Simón creyó también entonces, y bautizándose, se llegó a Felipe; y viendo los milagros y grandes maravillas que se hacían, estaba atónito
14 Y los apóstoles que estaban en Jerusalén, habiendo oído que Samaria había recibido la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan
15 los cuales venidos, oraron por ellos, para que recibieran el Espíritu Santo
16 (porque aún no había descendido en ninguno de ellos, mas solamente eran bautizados en el Nombre de Jesús.
17 Entonces les impusieron las manos, y recibieron el Espíritu Santo
18 Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero
19 diciendo: Dadme también a mí esta potestad, que a cualquiera que pusiere las manos encima, reciba el Espíritu Santo
20 Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, qué piensas que el don de Dios se gana por dinero
21 No tienes tú parte ni suerte en este negocio; porque tu corazón no es recto delante de Dios
22 Arrepiéntete pues de ésta tu maldad, y ruega a Dios, si quizás te será perdonado este pensamiento de tu corazón
23 Porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Hechos 8:3 Pero Saulo hacía estragos en la iglesia entrando de casa en casa, y arrastrando a hombres y mujeres, los echaba en la cárcel.

English Standard Version ESV

Acts 8:3 But 1Saul was ravaging the church, and entering house after house, he 2dragged off men and women and committed them to prison.

King James Version KJV

Acts 8:3 As for Saul, he made havock of the church, entering into every house, and haling* men and women committed them to prison.

New King James Version NKJV

Acts 8:3 As for Saul, he made havoc of the church, entering every house, and dragging off men and women, committing them to prison.

Nueva Traducción Viviente NTV

Hechos 8:3 Y Saulo iba por todas partes con la intención de acabar con la iglesia. Iba de casa en casa y sacaba a rastras tanto a hombres como a mujeres y los metía en la cárcel.

Nueva Versión Internacional NVI

Hechos 8:3 Saulo, por su parte, causaba estragos en la iglesia: entrando de casa en casa, arrastraba a hombres y mujeres y los metía en la cárcel.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Hechos 8:3 Entonces Saulo asolaba la iglesia, entrando por las casas: y trayendo hombres y mujeres, los entregaba en la cárcel.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Hechos 8:3 Entonces Saulo asolaba la Iglesia, entrando por las casas; y trayendo hombres y mujeres, los entregaba en la cárcel.

Herramientas de Estudio para Hechos 8:3-23