19 diciendo: Dadme también a mí esta potestad, que a cualquiera que pusiere las manos encima, reciba el Espíritu Santo
20 Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, qué piensas que el don de Dios se gana por dinero
21 No tienes tú parte ni suerte en este negocio; porque tu corazón no es recto delante de Dios
22 Arrepiéntete pues de ésta tu maldad, y ruega a Dios, si quizás te será perdonado este pensamiento de tu corazón
23 Porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás
24 Respondiendo entonces Simón, dijo: Rogad vosotros por mí al Señor, que ninguna cosa de éstas que habéis dicho, venga sobre mí
25 Y ellos, habiendo testificado y hablado la Palabra de Dios, se volvieron a Jerusalén, y en muchas tierras de los samaritanos anunciaron el Evangelio
26 Y el ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el mediodía, al camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto
27 Entonces él se levantó, y fue; y he aquí un Etíope, eunuco, gobernador de Candace, reina de los Etíopes, el cual era puesto sobre todos sus tesoros, y había venido a adorar a Jerusalén
28 y se volvía sentado en su carro, y leyendo al profeta Isaías
29 Y el Espíritu dijo a Felipe: Llégate, y júntate a este carro
30 Y acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees
31 Y dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó a Felipe que subiera, y se sentara con él
32 Y el lugar de la Escritura que leía, era éste: Como oveja a la muerte fue llevado; y como cordero mudo delante del que le trasquila, así no abrió su boca
33 en su humillación su juicio fue quitado; mas su generación, ¿Quién la contará? Porque es quitada de la tierra su vida
34 Y respondiendo el eunuco a Felipe, dijo: Te ruego ¿de quién dice el profeta esto? ¿De sí, o de alguno otro
35 Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el Evangelio de Jesús
36 Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua; y dijo el eunuco: He aquí agua; ¿qué impide que yo sea bautizado
37 Y Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo él, dijo: Creo que Jesús, el Cristo, es Hijo de Dios
38 Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco; y le bautizó
39 Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y no le vio más el eunuco, y se fue por su camino gozoso

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Hechos 8:19 diciendo: Dadme también a mí esta autoridad, de manera que todo aquel sobre quien ponga mis manos reciba el Espíritu Santo.

English Standard Version ESV

Acts 8:19 saying, "Give me this power also, so that anyone on whom I lay my hands may receive the Holy Spirit."

King James Version KJV

New King James Version NKJV

Acts 8:19 saying, "Give me this power also, that anyone on whom I lay hands may receive the Holy Spirit."

Nueva Traducción Viviente NTV

Hechos 8:19 —Déjenme tener este poder también —exclamó—, para que, cuando yo imponga mis manos sobre las personas, ¡reciban el Espíritu Santo!

Nueva Versión Internacional NVI

Hechos 8:19 y les pidió:—Denme también a mí ese poder, para que todos a quienes yo les imponga las manos reciban el Espíritu Santo.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Hechos 8:19 Diciendo: Dadme también á mí esta potestad, que á cualquiera que pusiere las manos encima, reciba el Espíritu Santo.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Hechos 8:19 diciendo: Dadme también a mí esta potestad, que a cualquiera que pusiere las manos encima, reciba el Espíritu Santo.

Herramientas de Estudio para Hechos 8:19-39