5 Y habiendo pasado el mar de Cilicia y Panfilia, arribamos a Mira, ciudad de Licia
6 Y hallando allí el centurión una nave Alejandrina que navegaba a Italia, nos puso en ella
7 Y navegando muchos días despacio, y habiendo apenas llegado delante de Gnido, no dejándonos el viento, navegamos bajo de Creta, junto a Salmón
8 Y costeándola difícilmente, llegamos a un lugar que llaman Buenos Puertos, cerca del cual estaba la ciudad de Lasea
9 Y pasado mucho tiempo, y siendo ya peligrosa la navegación, porque ya era pasado el ayuno, Pablo amonestaba
10 diciendo: Varones, veo que con trabajo y mucho daño, no sólo de la cargazón y de la nave, mas aun de nuestras personas, habrá de ser la navegación
11 Pero el centurión creía más al piloto y al patrón de la nave, que a lo que Pablo decía
12 Y no habiendo puerto cómodo para invernar, muchos acordaron pasar aun de allí, por si pudieran arribar a Fenice e invernar allí, que es un puerto de Creta, al Africa y al poniente
13 Y soplando el austro, pareciéndoles que ya tenían lo que deseaban, alzando velas, tenían cerca la costa de Creta
14 Pero no mucho después dio en ella un viento repentino, que se llama Euroaquilo
15 Y siendo arrebatada de él la nave, que no podía resistir contra el viento, dejada la nave a los vientos, éramos llevados
16 Y llevados de la corriente hacia una pequeña isla que se llama Clauda, apenas pudimos ganar el esquife
17 el cual tomado, usaban de remedios, ciñendo la nave; y teniendo temor de que dieran en la Sirte, abajadas las velas, eran así llevados
18 Mas siendo atormentados de una vehemente tempestad, al siguiente día alijaron
19 y al tercer día nosotros, con nuestras manos, arrojamos las obras muertas de la nave
20 Y no apareciendo sol ni estrellas por muchos días, y viniendo una tempestad no pequeña, ya era perdida toda la esperanza de nuestra salud
21 Entonces Pablo, como hacía ya mucho que no comíamos, puesto en pie en medio de ellos, dijo: Fuera de cierto conveniente, oh varones, haberme oído, y no partir de Creta, y evitar este inconveniente y daño
22 Mas ahora os amonesto que tengáis buen ánimo; porque ninguna pérdida de persona habrá de vosotros, sino solamente de la nave
23 Porque esta noche ha estado conmigo el ángel del Dios del cual yo soy, y al cual sirvo
24 diciendo: Pablo, no temas; es necesario que seas presentado delante de César; y he aquí, Dios te ha dado a todos los que navegan contigo
25 Por tanto, oh varones, tened buen ánimo; porque yo confío en Dios que será así como me ha dicho

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Hechos 27:5 Y después de navegar atravesando el mar frente a las costas de Cilicia y de Panfilia, llegamos a Mira de Licia.

English Standard Version ESV

Acts 27:5 And when we had sailed across the open sea along the coast of Cilicia and Pamphylia, we came to Myra in Lycia.

King James Version KJV

Acts 27:5 And when we had sailed over the sea of Cilicia and Pamphylia, we came to Myra, a city of Lycia.

New King James Version NKJV

Acts 27:5 And when we had sailed over the sea which is off Cilicia and Pamphylia, we came to Myra, a city of Lycia.

Nueva Traducción Viviente NTV

Hechos 27:5 Navegando en mar abierto, pasamos por la costa de Cilicia y Panfilia, y desembarcamos en Mira, en la provincia de Licia.

Nueva Versión Internacional NVI

Hechos 27:5 Después de atravesar el mar frente a las costas de Cilicia y Panfilia, arribamos a Mira de Licia.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Hechos 27:5 Y habiendo pasado la mar de Cilicia y Pamphylia, arribamos á Mira, ciudad de Licia.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Hechos 27:5 Y habiendo pasado el mar de Cilicia y Panfilia, arribamos a Mira, ciudad de Licia.

Herramientas de Estudio para Hechos 27:5-25