8 (Porque los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángel, ni espíritu; mas los fariseos confiesan ambas cosas.
9 Y se levantó un gran clamor: y levantándose los escribas de la parte de los fariseos, contendían diciendo: Ningún mal hallamos en este hombre; que si espíritu le ha hablado, o ángel, no resistamos a Dios
10 Y habiendo grande disensión, el tribuno, teniendo temor de que Pablo fuera despedazado de ellos, mandó venir una compañía de soldados, y arrebatarle de en medio de ellos, y llevarle a la fortaleza
11 Y la noche siguiente, presentán-dosele el Señor, le dijo: Confía, Pablo; que como has testificado de mí en Jerusalén, así te conviene testificar también en Roma
12 Y venido el día, algunos de los judíos se juntaron, e hicieron voto bajo maldición, diciendo que ni comerían ni beberían hasta que hubieran matado a Pablo
13 Y eran más de cuarenta los que habían hecho esta conjuración
14 los cuales se fueron al príncipe de los sacerdotes y a los ancianos, y dijeron: Nosotros hemos hecho voto de anatema, que no hemos de gustar nada hasta que hayamos matado a Pablo
15 Ahora pues, vosotros, con el concilio, requerid al tribuno que le saque mañana a vosotros como que queréis entender de él alguna cosa más cierta; y nosotros, antes que él llegue, estaremos aparejados para matarle
16 Entonces un hijo de la hermana de Pablo, oyendo las asechanzas, fue, y entró en la fortaleza, y dio aviso a Pablo
17 Y Pablo, llamando a uno de los centuriones, dice: Lleva a este joven al tribuno, porque tiene cierto aviso que darle
18 El entonces tomándole, le llevó al tribuno, y dijo: El preso Pablo, llamándome, me rogó que trajera ante ti este joven, que tiene algo que hablarte
19 Y el tribuno, tomándole de la mano y retirándose aparte, le preguntó: ¿Qué es lo que tienes que decirme
20 Y él dijo: Los judíos han concertado rogarte que mañana saques a Pablo al concilio, como que han de inquirir de él alguna cosa más cierta
21 Mas tú no les creas; porque más de cuarenta hombres de ellos le acechan, los cuales han hecho voto bajo maldición, de no comer ni beber hasta que le hayan muerto; y ahora están apercibidos esperando tu promesa
22 Entonces el tribuno despidió al joven, mandándole que a nadie dijera que le había dado aviso de esto
23 Y llamados dos centuriones, les mandó que apercibieran doscientos soldados, que fueran hasta Cesarea, y setenta de a caballo con los doscientos lanceros, que lo acompañaran desde la hora tercera de la noche
24 Y que aparejaran cabalgaduras en que poniendo a Pablo, le llevaran a salvo a Félix, el gobernador
25 Escribió una carta en estos términos
26 Claudio Lisias al excelentísimo gobernador Félix: Salud
27 A este varón, tomado de los judíos, y que lo comenzaban a matar, libré yo sobreviniendo con una compañía de soldados, entendiendo que era romano
28 Y queriendo saber la causa por qué le acusaban, le llevé al concilio de ellos

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Hechos 23:8 Porque los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángel, ni espíritu, mas los fariseos creen todo esto.

English Standard Version ESV

Acts 23:8 For the Sadducees say that there is no resurrection, nor angel, nor spirit, but the Pharisees acknowledge them all.

King James Version KJV

New King James Version NKJV

Acts 23:8 For Sadducees say that there is no resurrection--and no angel or spirit; but the Pharisees confess both.

Nueva Traducción Viviente NTV

Hechos 23:8 porque los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángeles, ni espíritus, pero los fariseos sí creen en todo esto.

Nueva Versión Internacional NVI

Hechos 23:8 (Los saduceos sostienen que no hay resurrección, ni ángeles ni espíritus; los fariseos, en cambio, reconocen todo esto.)

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Hechos 23:8 Porque los Saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángel, ni espíritu; mas los Fariseos confiesan ambas cosas.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Hechos 23:8 (Porque los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángel, ni espíritu; mas los fariseos confiesan ambas cosas.)

Herramientas de Estudio para Hechos 23:8-28